los chinos no usan corbata JUAN LUIS M. RETAMINO

Es lo que tiene el verano, que con estas calores no se ahonda en cábalas de gran trascendencia, salvo algunos pirados que ven opacidades donde sólo hay ninguneo a los inanes y facinerosos. En esas estábamos cuando empezaron los juegos olímpicos de Pekín con su espectacular inauguración propia de chinos, ¿de quienes si no!. Y andaban por allí unos cuantos ministros además del Príncipe de Asturias y la periodista (que diría el ex director de Hola). O como digo yo, los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Leticia, que quien suscribe es muy respetuoso con las instituciones democráticas contempladas en la Constitución. Y andábamos también en los despistes, por decirlo de una forma suave, de unos progenitores que se olvidaron de su hijo de 25 días de vida, que si lo llevo yo que si lo llevas tú en la canastilla, total el niño muerto. Yo me niego a llamar padres a unos tipos que se preocupan nada de sus hijos. Padre tiene una significación muy guapa para que sujetos de esta clase la ostenten así como así. U otros individuos e individuas que se olvidan a sus hijos dentro del coche en Camas, Sevilla (uno de estas criaturas, de 9 años con síndrome de Down en el maletero del coche, en Cala de Baster, Formentera) y mueren por un golpe de calor.

Pero lo importante es que ya llevamos unas cuantas medallas en los juegos de Pekín, no tienen importancia tantas muertes infantiles provocadas por falta de diligencia y cuidado de quienes están obligados a preocuparse de ellos. ¿Viva China, viva la libertad que no hay allí y vivan las olimpiadas!. Frente a este paisaje, qué más da que Maribel Moreno nos engañe a todos con su dopaje y diga que se vuelve a España por crisis de ansiedad. Congoja que le provocó saber que iba a dar positivo en la analítica que le hicieron por sorpresa. Claro que como es mujer esta miembra del equipo olímpico español, pues tiene un pase el dopaje, al pairo de la discriminación positiva que impera en este régimen del talante.

Insisto, en esas andábamos, cuando pudimos ver como el ministro que como candidato a la alcaldía de Madrid consiguió tres concejales menos que los que lograra Teresa Jiménez en 2003, que como premio, José Luis Rodríguez lo puso de ministro (sí lo puso, que aunque está mal dicho es lo que se lleva a ahora, hablar malamente, pues y lo de miembra, concejala o vicepresidenta ¿qué?). Pues eso, que Miguel Sebastián, que se permitió la chulería de ir al Palacio del Congreso de los Diputados sin corbata (le parecería muy poca cosa los representantes de la soberanía nacional, hasta el punto que rechazó ponerse la que le regaló José Bono).

Por cierto, que éste sí le dijo al leonés que de enfrentarse a Ruiz Gallardón naranjas de la China, que se buscara a otro (usease al Sebas) que lo suyo era, ya que no pudo ser líder del PSOE por nueve votos, ni consecuentemente presi en Moncloa, al menos sí en la Carrera de San Jerónimo. Pues el señor ministro de Industria y no sé qué más cosas no se pone la corbata en Madrid pero sí se la anuda en China, donde es mejor no hablar de política.