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REPTILES. Ejemplares de boa localizados por el Seprona en Málaga. / ARCHIVO
La falta de un lugar donde dejar a las mascotas peligrosas o exóticas provoca su abandono o venta ilegal
MÁLAGA

La falta de un lugar donde dejar a las mascotas peligrosas o exóticas provoca su abandono o venta ilegal

Un decreto de la Junta obliga a los dueños a deshacerse de ellas antes de septiembre, pero no concreta cómo hacerlo. Detectan decenas de anuncios en la Red de propietarios que quieren librarse de serpientes, iguanas o tigres

JUAN CANO

Jueves, 17 de julio 2008, 10:18

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tienen una rutina diaria. En la barra de 'Favoritos' de sus ordenadores han incluido varias páginas web dedicadas a la venta o intercambio de animales. Cada mañana, rastrean la Red en busca de nuevos anuncios que tengan que ver con Málaga. Han constatado que, tras la entrada en vigor el 7 de marzo de un decreto de la Junta que prohíbe tener especies peligrosas, Internet se ha convertido en el escaparate de un mercado clandestino para deshacerse de ellas ante la falta de centros donde entregarlos.

En estos meses, los especialistas del Seprona han encontrado en estas páginas web más de cien anuncios de animales en venta por particulares en Málaga. Serpientes a mil euros, tigres por tres mil, pumas a cuatro mil o linces europeos por cinco mil. Las iguanas o los perros peligrosos con varios años no tienen precio. Directamente se regalan.

Mercado clandestino

El Seprona está dedicando horas y horas a investigar estos anuncios, que han aparecido en tromba tras la entrada en vigor del decreto, que obliga a deshacerse de las especies salvajes o exóticas que puedan poner en peligro a las personas antes del próximo mes de septiembre . «Pueden constituir infracciones administrativas de contrabando, ya que, al ser especies exóticas, carecen del documento CITES (una especie de matrícula del animal)», apunta un agente de esta unidad de la Guardia Civil.

Los propietarios lo saben. Por eso, muchos anuncios se camuflan bajo la apariencia de especies legales. «Nos ha ocurrido que, al pinchar sobre la imagen de una tortuga a la venta en Internet, te encuentras con un cocodrilo del que alguien quiere deshacerse», apostilla el especialista. Cuando esto ocurre, los agentes contactan por teléfono o por correo electrónico con el dueño, acuden a su domicilio e intervienen el animal. «Hemos hecho muchas intervenciones de este tipo en los últimos meses», agrega.

En el Seprona aseguran que en Málaga hay caimanes y tigres a la venta. Pero son la excepción. La mayoría de los anuncios detectados en las páginas webs de animales se refieren a perros potencialmente peligrosos y a grandes serpientes (pitones y boas, fundamentalmente). De hecho, el pasado martes la Policía Local de Málaga localizó a una boa constrictor en la calle que se había caído desde un piso.

En cuanto a los canes, el decreto de la Junta incluye las razas contempladas en la ley estatal (Pit bull terrier, staffordshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileño, tosa inu y akita inu) y añade la de doberman.

Aquí es donde desaparece la venta y empieza el abandono. Si el Seprona ha encontrado anuncios en los que, por ejemplo, se regala un rottweiler con cuatro años de edad, la Sociedad Protectora de Animales ha tenido que recoger decenas de canes potencialmente peligrosos que, ante los quebraderos de cabeza legales que ocasionan, han sido abandonados por sus dueños en el campo.

115.000 euros de multa

El problema radica en que no hay centros especializados donde dejarlos, más allá de la Sociedad Protectora o el centro privado Los Naranjos, en Coín. La normativa autonómica obliga a los propietarios a entregar estos animales en los «espacios expresamente autorizados por la Consejería competente». De lo contrario, la legislación -pionera en España- contempla multas que, según la gravedad, podrán alcanzar los 115.000 euros.

Fuentes de la Junta explicaron recientemente que son los ayuntamientos los encargados de crear los centros de acogida, mientras que los consistorios consideran que, si la norma la ha planteado el Gobierno andaluz, «ellos mismos deben de encargarse de diseñar los medios para cumplirla».

La realidad es que, cuando apenas falta un mes y medio para que expire el plazo, sigue sin haber centros especializados donde recogerlos. Al respecto, el texto establece que tendrán que salir de las viviendas y propiedades particulares los cocodrilos, caimanes y todas aquellas especies de reptiles que, en estado adulto, superen los dos kilos de peso.

La obligación también alcanza a los anfibios, artrópodos y peces venenosos o cuya mordedura pueda causar daños importantes a las personas, así como a todos los primates y mamíferos salvajes que, en estado adulto, superen los diez kilos de peso, un límite que baja a cinco para las especies carnívoras.

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