El aprender no ocupa lugar... ni tiene edad

«DECIDÍ apuntarme a las clases porque no sabía ni hacer la 'a'» comenta Francisca Jaime, alumna de 65 años del curso de alfabetización impartido en el Hogar Social de Los Pacos. «Cuando era pequeña, en cuanto podías trabajar, tenías que ayudar en casa o en el campo, así que no me dio tiempo a ir a la escuela» Como Francisca, muchas personas han pasado por esta situación. Por ello, la Concejalía de Tercera Edad de Fuengirola decidió impartir estas clases «para darles a estar personas la oportunidad que en su día no tuvieron».

Ahora aprenden de manera muy rápida. «Cuando organizábamos las primeras clases pensamos que los alumnos hiciesen tres o cuatro fichas didácticas por hora; ahora van por seis o siete y muchos se llevan los deberes a casa», comenta Susana García, profesora de este grupo formado por una treintena de jubilados. «Tienen muchas ganas de aprender y aunque a veces les cuesta trabajo realizar algunos ejercicios, siempre ponen mucho empeño», recalca. Para Gloria Gómez, una de las alumnas, «lo más difícil son las sopas de letras, pero a la vez es lo más entretenido».

Dentro del aula hay diferentes niveles de alfabetización. «Algunos sabían un poco pero no tienen mucha práctica, otros sí que leían pero no escribían y también hay abuelos con un nivel cero tanto en escritura como lectura». Con una serie de actividades variadas, sencillas de hacer y amenas, los participantes del curso mejoran cada día más. «Es un estilo de enseñanza muy diferente al que pudieron recibir en su día», argumenta Susana. Además, las clases son de dos horas dos días a la semana, así que tampoco tienen que aburrirse con mucha teoría pesada.

Los alumnos están encantados con todo lo que aprenden; incluso organizarán una fiesta de fin de curso para la que escribirán cuentos y poemas, «con la ayuda de su familia si lo necesitan, que es otro de los incentivos de esta actividad», ya que el apoyo de los más cercanos ha sido fundamental. «Mis hijas me han apoyado desde que les dije que me iba a apuntar», recuerda Gloria.