Una plaza medio vacía

LAS cifras no cuadran. Fuentes municipales cifraron ayer en 2.000 el número de personas que asistieron a la Fiesta de la Primavera, organizada por la Delegación de Juventud. Quizá el dato se acercase en el momento álgido, al final del concierto del cabeza de cartel, Muchachito Bombo Infierno. Lo cierto es que no fue la media del encuentro. Sólo algunos grupos de jóvenes acudieron a la actuación del grupo local 'Te quiero canalla' y unas 600 ó 700 personas se agrupaban frente al escenario y en las gradas al comienzo del concierto de Carmen, el dúo integrado por Carmen García y Andreas Bräunig. Carmen, por cierto, merecía una mayor audiencia y, ante todo, un sonido mejor.

La plaza de toros de Las Palomas abrió sus puertas a la hora prevista. La mayoría de los grupos de jóvenes permanecieron en los alrededores durante la actuación de 'Te quiero canalla'. La mezcla de rock, funk y música latina de la formación forjada en El Cobre habría lucido más, quizá, en un ambiente más cálido y en un lugar más avanzado del cartel, lo cual no resulta fácil en un cartel formado por tres bandas.

Uno de los objetivos anunciados a bombo y platillo por Juventud - a saber, la promoción de los grupos locales - no se cumplió. Tal vez no fuera el momento adecuado, tal vez no fuera el público más receptivo o tal vez fuera sólo mala suerte. Sea como sea, sería una cuestión que convendría analizar a fondo para que en los próximos encuentros las bandas de la ciudad no toquen ante un escenario semivacío. La mayoría tienen propuestas musicales interesantes.

La música

Llegó el turno de Carmen. La mayoría de los jóvenes seguían, mientras tanto, más interesados en lo que se cocía en los botellones dispersos por los alrededores de Las Palomas que en la Fiesta de la Primavera propiamente dicha. Se encendieron las luces y salieron al escenario un violinista, un bajista, un batería y Bräunig a la guitarra. Tras las primeras notas, apareció Carmen, espléndida envuelta en una larguísima melena cobriza y rodeada de un halo de expectación.

Los temas de su disco 'Escapas o sólo Caminas' (2007) hacían esperar un buen concierto. Hay que distinguir, el dúo y sus músicos dieron el máximo, pero el sonido no estuvo a la altura.

En algunos momentos el sonido de la base rítmica eclipsó por completo los matices de la voz - impecable - de García. El violín y la guitarra no se escucharon como debería. Conclusión: quienes no hubiesen escuchado el cd no pudieron hacerse una idea al cien por cien de la calidad del grupo. Las letras, cargadas de poesía de temas como 'Tú y yo' o 'Vida mía', se perdieron entre unos graves omnipresentes. Eso sí, si el dueto regresa, valdrá la pena intentarlo de nuevo.

Llegó Muchachito Bombo Infierno y entonces, por fin, sí se hizo la fiesta. El público, muy lejano aún de las 2.000 personas a las que ayer hacían referencia fuentes municipales, comenzó a acercarse al escenario. Muchachito (Jairo Perera) se rodeó de contrabajista, metales, guitarras, bajo y percusión, todo un despliegue para demostrar que por algo está donde está.

La voz de aires canallas y desgarradas de Muchachito desgranó temas de su último trabajo 'Vamos que nos vemos'. El ambiente se caldeó rápidamente y el buen hacer de Muchachito Bombo Infierno cubrió los vacíos de la noche.