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AUTOVÍA A-7. El autobús se desplazó varios metros sobre el quitamiedos y llegó a arrancar parte del guardarraíl. / CARLOS MORET
La caída sobre el quitamiedos agravó los daños a los turistas del autobús de Benalmádena
TRAGEDIA EN LA CARRETERA

La caída sobre el quitamiedos agravó los daños a los turistas del autobús de Benalmádena

El guardarraíl penetró en el vehículo y actuó «como una espada» con los pasajeros, lo que explicaría el elevado número de víctimas. Diecisiete personas permanecen ingresadas en varios hospitales con heridas de diversa consideración, una de ellas en estado crítico

ÁNGEL ESCALERA

Lunes, 21 de abril 2008, 13:35

La suerte jugó en contra. Las consecuencias del vuelco del autobús en el que viajaban los 47 turistas finlandeses se vieron agravadas por el efecto devastador provocado por la caída sobre el quitamiedos y la entrada de la valla metálica en el interior de vehículo actuando «como una espada», según afirmó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón.

«Una de las circunstancias más tremendas ha sido que una bionda (quitamiedos) ha entrado dentro del autobús como una espada y ha podido ser una de las causas más graves del número de fallecidos que ha habido», señaló López Garzón, quien ratificó que el presunto responsable del siniestro, que se encuentra detenido, duplicaba la tasa de alcoholemia máxima permitida. Este joven de 27 años se encuentra ingresado en el Hospital Clínico por las heridas sufridas, que le podrían haber producido varias fracturas óseas que, al parecer, obligarían a intervenirlo quirúrgicamente. Si bien, una vez se recupere, deberá prestar declaración ante la Guardia Civil y pasar a disposición judicial.

López Garzón hizo estas declaraciones tras visitar a una parte de los heridos ingresados en el Hospital Carlos Haya a consecuencia del accidente acaecido en la tarde del pasado sábado en el kilómetro 224 de la autovía del Mediterráneo (A-7), en el límite entre los municipios de Benalmádena y Torremolinos. Estuvo acompañado de la consejera de Cultura, Rosa Torres, el director médico del centro, José Antonio Trujillo, y el jefe del servicio de urgencias y cuidados críticos de Carlos Haya, Guillermo Quesada.

Entre 25 y 65 años

Los 17 heridos, con edades comprendidas entre los veinticinco y los 65 años, continuaban ayer hospitalizados en Carlos Haya, Clínico Universitario, Materno Infantil, Civil y Costa del Sol de Marbella. El caso más grave era el de una mujer sin identificar de unos cincuenta años que se encuentra en coma en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Carlos Haya, según dijo la delegada provincial de Salud, María Antigua Escalera. Si bien, una prueba diagnóstica (TAC) realizada ayer a esta paciente reveló que no hay daños cerebrales de importancia, aunque sufre politraumatismo, traumatismo craneoencefálico y torácico, múltiples fracturas y la amputación del brazo derecho, indicó Quesada.

La situación del resto de heridos era la siguiente: en Carlos Haya había dos pacientes en estado grave y tres menos graves, entre ellos, el conductor del autobús que estaba consciente aunque «aturdido y sin recordar lo acaecido, por lo que hacía constantes preguntas sobre lo que sucedió»; tres de los heridos menos graves estaban en el Hospital Civil, donde eran atendidos de heridas incisocontusas; una mujer grave permanecía en la observación de la UCI del Materno Infantil; otros seis estaban en el Clínico, de los que una paciente se hallaba en la UCI con evolución favorable; dos enfermos se encontraban en observación con una evolución satisfactoria, otros dos estaban en el área de rehabilitación postquirúrgica pendientes de subir a planta, y el sexto, en el área de traumatología con una buena evolución. En el Costa del Sol de Marbella había otro herido de pronóstico reservado.

La delegada de Salud manifestó que, excepto el caso de la paciente que estaba en coma, no se temía por la vida de los heridos, salvo que se presentasen complicaciones. Recordó que el sábado por la noche fueron atendidos en los centros de salud de Torremolinos y Arroyo de la Miel 16 ocupantes del autobús accidentado. La delegada expresó que la actuación sanitaria que se había prestado tras el siniestro fue «impecable». Señaló que 16 equipos de urgencias y emergencias se trasladaron «con gran celeridad» al lugar de los hechos, donde montaron un hospital de campaña.

Cuerpos sin identificar

La actividad también fue frenética a lo largo de todo el día en el Instituto de Medicina Legal, ubicado en la Ciudad de la Justicia, donde un equipo formado por una veintena de personas entre forenses y auxiliares realizó un primer estudio de los cuerpos de los nueve fallecidos (seis mujeres, dos hombres y una niña de siete años) en el accidente. Unos cuerpos que aún no están totalmente identificados, según la delegada de Justicia, Aurora Santos, quien agregó que seis de ellos están en un estado más reconocible y podrán identificarse sin problemas «mientras que en tres habrá más dificultades». En estos casos se tendrá que recurrir a pruebas dentales, de ADN, ropas o pertenencias.

Sobre la repatriación de los fallecidos habrá que esperar a tener los resultados de las autopsias y la autorización judicial, unos trámites que, según Santos, se pueden culminar «en un par de días». Además, se contará con la ayuda de los familiares que anoche llegaron a Málaga desde Helsinki. Para coordinar todos estos trabajos, el Ministerio de Asuntos Exteriores español envió a la capital de la Costa del Sol a Francisco Ochoa de Olza, vocal asesor de emergencia consular, que estuvo en permanente contacto con Hannu Rapatti, ministro consejero de Finlandia en España, quien también se desplazó a Málaga. Desde el país nórdico llegaron agentes de la Policía Central para colaborar en la investigación judicial y la identificación y un grupo de crisis.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, trasladó, en nombre del Gobierno, a su homólogo finlandés, Alexander Stubb, el pésame. El presidente andaluz Manuel Chaves , envió un telegrama de condolencia a la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mostró su pesar por el accidente y ofreció a las autoridades finlandesas toda su ayuda.

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