Cristóbal Márquez, colaborador humanitario: «El voluntariado en el Sahara no está muy extendido»

Hace unos días que Cristóbal Márquez, bombero de Benalmádena, ha vuelto del Sahara, donde ha estado realizando una importante labor humanitaria en los campos de refugiados. Así, trae consigo un sinfín de anécdotas y el agradecimiento de «un pueblo que comparte lo poco que tiene».

Es la primera vez que participa en una expedición humanitaria. ¿Cómo surgió?

A través de una asociación ubicada en Villanueva del Rosario. Conozco a una familia que acoge a niños durante el verano y gracias a ellos me embarqué en esta aventura.

¿Cómo calificaría la experiencia?

Ha sido inolvidable y animo a que todo el que tenga inquietudes de este tipo a que participe en una expedición así.

¿En qué situación ha encontrado los campos de refugiados?

Están bastante desasistidos. Se reciben ayudas en la zona, pero el voluntariado no está muy extendido. Tienen una gran carencia de elementos básicos como medicinas. A pesar de no tener nada, son felices. Nosotros llevábamos medicamentos, camisetas, bolígrafos...

En los días que ha pasado allí habrá vivido numerosas experiencias.

Constantemente. Recuerdo que ayudamos a una familia que no poseía dinero a realizar una boda con una pequeña aportación. Aunque también vivimos momentos desgraciados, como el fallecimiento de una niña que ingirió combustible de una botella.

¿Ha pasado algún momento de apuro?

Eran muy molestos los controles policiales. Me llegaron a pedir hasta en siete ocasiones el pasaporte y me cachearon dos veces para llegar a los refugiados.

¿Piensa repetir después de esta primera experiencia?

Sí, de hecho ya me han propuesto participar en una expedición para viajar a Venezuela, aunque al final lo he aplazado para febrero.