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TEXTO: JOSÉ GÁLVEZ
Martes, 8 de abril 2008, 11:38
LOS caramelos son una tentación a la que pocos se resisten. Sus atractivos colores y formas atraen a niños y mayores, que se dejan arrastrar por la variedad de sabores que deleitan sus paladares. Pero lo que muchos no saben es que estos dulces tan adictivos podrán ser en un futuro incluso beneficiosos para el organismo. Y todo gracias a un grupo de científicos que trabajan para que los caramelos se conviertan en un elemento eficaz para aumentar la flora intestinal o para disminuir el colesterol, entre otros beneficios.
En el interior del intestino se localizan una serie de bacterias que tienen diversas funciones, como defenderlo de infecciones, ayudar a la digestión de algunos alimentos y controlar que el organismo funcione adecuadamente.
En este sentido, el estudio tiene como objetivo la creación de caramelos con propiedades 'prebióticas', es decir, aquellas que actúan y afectan en positivo la salud humana, precisamente porque estimulan el crecimiento y la actividad de esas bacterias del intestino.
Estas golosinas se obtienen a través de una técnica basada en el tratamiento térmico de azúcares, como la sacarosa, fructosa o las melazas, mediante 'catalizadores heterogéneos', que aumentan la rapidez de una reacción química sin que el producto final sufra ningún cambio. De esta forma, los azúcares quedan transformados en otros similares que ya poseen esas propiedades prebióticas.
La investigadora principal del proyecto, Carmen Ortiz Mellet, perteneciente a la Universidad de Sevilla, indica que los caramelos no sólo desarrollan una actividad tipo bífidus, es decir, favoreciendo la digestión, sino que, además, han demostrado un efecto protector frente a infecciones del aparato digestivo. Además, los adictos al azúcar están de suerte ya que, por si fuese poco, estos caramelos ni engordan, ni provocan caries.
«Esto lo hemos comprobado comparando el efecto de la golosina en ratas sanas con otras a las que indujimos una colitis ulcerosa», explica Ortiz Mellet. Según la responsable de la investigación, los caramelos, tras ser probados en ratas, pronto pasarán a ser experimentados en cerdos.
De momento, algunas importantes compañías del sector de la alimentación ya han mostrado un gran interés por la investigación. Expertos de la Universidad de Sevilla, Granada y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas participan en el estudio.
Contra malos hábitos
En los últimos años se ha producido un auge de los denominados alimentos funcionales. Ya no es extraño ir a un supermercado y encontrarse con todo tipo de productos enriquecidos con algún tipo de mineral o vitamina. Quizá el sector de las golosinas sea uno de los pocos que todavía no había sucumbido a esta moda, al menos a gran escala.
Y es que, según los expertos, este tipo de productos funcionales nace con la intención de suplir, o en la medida de lo posible corregir, los hábitos de vida poco saludables. En efecto, la falta de tiempo repercute de manera negativa en una buena alimentación, un fenómeno directamente relacionado con la aparición de problemas de colesterol, obesidad y carencia de nutrientes necesarios.
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