Una batalla épica

El preciosismo de las figuras es asombroso, hasta tal punto que además del premio al Campeón Absoluto, existen otros para el ejército mejor personalizado y mejor pintado. Algunos jugadores, como Freddy Triguero, de Torremolinos, llevan cinco años creando sus propios ejércitos a base de masilla verde, pintura y mucha imaginación.

Luis Moliní descubrió el juego de estrategia hace 12 años por su hijo menor. A sus 57, ayer era el más veterano del certamen, donde la media de edad rondaba los 20 años. Un mundo dominado por hombres, en el que María Obispo, de Ceuta, se hizo un hueco después de pasar cinco horas en barco sólo para participar. Algunos como Samuel Cazorla, campeón provincial de Warhammer Fantasy, lo tenían más fácil. El más benjamín del grupo acudió desde Las Lagunas (Mijas Costa) con la ilusión de alzarse con el título andaluz y poder competir en el campeonato nacional que se celebrará el próximo mes de mayo en Leganés (Madrid). «Después de tantas horas el cansancio empieza a notarse. He tenido que tomarme una pastilla para el dolor de cabeza pero me estoy divirtiendo muchísimo. Aquí no venimos a ganar, con participar es más que suficiente».

Hasta el último en clasificarse tuvo un premio de consolación a pesar de que los dados no le fueron propicios y de que sus tropas tuvieron que retirarse ante un ejército del caos que no dejó títere con cabeza. En la guerra todo vale.