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INTERVENCIÓN. Los detenidos vendían las aceitunas en el mercado negro, varias horas después de robarlas, a bajo precio. / SUR
El desmantelamiento de una red pone al descubierto un mercado negro de compra de aceitunas robadas
MÁLAGA

El desmantelamiento de una red pone al descubierto un mercado negro de compra de aceitunas robadas

La operación se salda con nueve detenidos que sustraían vehículos para cometer el delito en almazaras. Vendían el kilo por debajo de los 40 céntimos que pagan en el mercado

C. MARTÍN

Viernes, 22 de febrero 2008, 02:57

El oro verde ya no es apreciado sólo por los paladares más exquisitos, sino que los delincuentes han encontrado en él una nueva fuente para crear mafias a gran escala con las que enriquecerse como la que la Guardia Civil ha desarticulado en Fuente de Piedra con la detención de nueve personas de origen rumano. Desde allí, y variando su destino para intentar despistar a sus perseguidores, organizaban robos en hasta cinco provincias de importantes cantidades de aceituna en almazaras, puestos de compra y depósitos de recolección que luego vendían a muy bajo coste en el mercado negro. El negocio estaba garantizado para los delincuentes.

La base de operaciones la instalaron en los últimos meses de 2007 en una casa alquilada de la localidad villafontense. Allí residían los nueve rumanos, pertenecientes todos a un mismo clan familiar, que han sido arrestados como supuestos autores de 17 delitos de robos de aceitunas en las provincias de Córdoba, Jaén, Málaga, Granada y Sevilla y de 18 sustracciones de vehículos. Uno de los robos ocurrió precisamente en Cuevas de San Marcos, de donde se llevaron 20.000 kilos de aceituna.

Poco tiempo después, a mediados de enero, la Guardia Civil de Córdoba ya había detectado grandes hurtos de frutos en la zona sur de esta provincia y tomado nota del modus operandi de la banda, por lo que abrió la denominada 'operación Oro Verde' en coordinación con los puestos de la Benemérita de las demás provincias en las que también se habían producido delitos similares.

Perfecta organización

El clan estaba bajo vigilancia y la Guardia Civil ya sabía cuál era su forma de actuar. Perfectamente organizados y con conocimiento de la zona en la que delinquían y de los caminos rurales por los que podían huir, el clan sustraía en la misma noche furgonetas o camiones para transportar las aceitunas que después robaban en almazaras, puntos de compras o depósitos. Su siguiente destino: el mercado negro, posibles puntos de compra donde esa misma madrugada vendían el kilo de aceituna muy por debajo de los 40 céntimos que obtienen por él los agricultores acreditados.

«Se rumorea que esos puntos de compra pueden estar en la propia Fuente de Piedra, en Los Corrales, en Casariche y en más sitios, pero por ahora son sólo rumores. Lo cierto es, que estén donde estén, esos cinco o seis puestos son los causantes de que existan robos de aceituna en la comarca de Antequera», aseguraba ayer el secretario provincial de Asaja, Carlos Blázquez, tras recordar los miles y miles de kilos de olivas que los delincuentes han sustraído en los últimos años a los empresarios agrícolas de la zona e incluso aquel famoso hurto «de un par de camiones llenos de aceite» que alertó el año pasado a los vecinos de Humilladero.

Sea como sea, en almazaras o en fincas, en aceituna o en aceite, los robos se suceden unos tras otros porque existe un mercado negro con una mafia detrás que paga a los delincuentes un menor precio por el kilo de la aceituna que si se lo comprase a los empresarios agrícolas. Los nueve detenidos no han desvelado quiénes son sus compradores porque «les tienen mucho miedo», según fuentes del propio Instituto Armado.

Vigilancia nocturna

La Guardia Civil, tras vigilarlos y establecer un dispositivo para controlar los camiones y furgonetas que circulaban por la Subbética cordobesa a partir de las once de la noche, identificó al clan y localizó su base de operaciones en Fuente de Piedra. De esta manera, los guardias pudieron saber que los delincuentes actuaban siempre de noche y cada dos o tres días, avisándose unos a otros por los teléfonos móviles si se percataban de presencia policial.

Fuentes de la Benemérita explicaron que el pasado 19 de enero los rumanos se vieron obligados a abandonar un camión cargado con 7.500 kilos de aceituna robada tras quedarse sin combustible y que, cuatro días después, tras saber que una patrulla los perseguía, saltaron del camión en marcha dejándolo ir con toda la mercancía contra un coche de la Guardia Civil.

Con sus diversas intervenciones, los agentes han podido recuperar unos 90.000 kilos de aceitunas, algunos en las localidades de Archidona y Campillos, que han sido devueltos a sus respectivos dueños de los aproximadamente 170.000 que el clan sustrajo.

Tres de los rumanos fueron detenidos a primeras hora de la mañana del pasado 12 de febrero cuando iban a partir para robar, mientras que los demás fueron arrestados tras registrar la vivienda e incautarse de 4.025 euros, dos vehículos, 26 teléfonos móviles, un televisor, un portátil, una cámara de vídeo y un equipo de música.

Todo ello también había sido robado en sus actuaciones. Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Córdoba, que decretó el viernes su puesta en libertad.

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