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TAMAÑO. Dos especialistas del acuario Sea Life muestran las diferencias entre 'Tijeritas' y un ejemplar de bogavante de 700 gramos.
Salvado por sobrepeso
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Salvado por sobrepeso

Sea Life de Benalmádena exhibe un bogavante de 9,6 kilos, el mayor de España y que fue donado por un restaurante que fue incapaz de comercializarlo

TEXTO Y FOTOS: EUGENIO CABEZAS

Domingo, 30 de diciembre 2007, 02:39

SU excesivo tamaño lo convirtió en un bocado más que apetecible, pero inalcanzable para cualquier bolsillo. Un restaurante holandés crió y mantuvo en su carta cuatro años a un bogavante, hasta que pesó nueve kilos. Entonces, su dueño, consciente de la imposibilidad de comercializarlo y tras haberle cogido mucho cariño, decidió donarlo al acuario Sea Life de Amsterdam. Desde allí fue trasladado al complejo 'hermano' de Benalmádena, donde actualmente vive. Tras algo más de un año, 'Tijeritas' -así lo han bautizado sus cuidadores- pesa ya 9,6 kilos y va camino de conseguir el récord Guiness, que lo ostenta un ejemplar de 15 kilos.

«Cuando llegó nos quedamos todos muy impactados», recuerda la responsable de Comunicación de Sea Life, Rocío García Pelayo. En este tiempo, el bogavante, de la especie canadiense, se ha convertido en el dueño y señor de su pecera, donde pasa el tiempo junto a una docena de peces mediterráneos. «No, no se los come. Sólo juega con ellos», dice uno de sus cuidadores. No obstante, la movilidad de 'Tijeritas' en muy reducida. Sus enormes pinzas, de más de 30 centímetros, suponen más de la mitad de su longitud total.

«Fíjate. Esa pinza es para partir y la otra para cortar», le dice Eduardo Castán, de 48 años, a su hijo. Estas Navidades, esta familia de madrileños, pasa unos días en la Costa del Sol y no ha querido perderse el espectáculo de contemplar a 'Tijeritas', el bogavante cuyo sobrepeso lo salvó de una muerte segura. «Si tenemos en cuenta que el kilo de bogavante sale por unos 25 euros, este puede valer más de 250», apunta García Pelayo. Sin embargo, el acuario asegurará la supervivencia de este crustáceo. «Lo alimentamos con unos 150 gramos de pescado y calamar al día», dice su cuidador.

El crecimiento de estos animales es muy lento. Así, 'Tijeritas' tiene ahora 15 años, pero se sabe que puede llegar a superar el medio siglo. «Está en buen estado de salud. Es un macho, porque no tiene huevas», apunta su cuidador. Para contemplarlo con más precisión y permitir fotografiarlo, los responsables del acuario han optado por sacarlo de su pecera. La tarea resulta compleja, dado el gran tamaño del animal. Cuando introducen la red para capturarlo, 'Tijeritas' se resiste, escondiéndose entre las rocas.

Finalmente, consiguen sacarlo y lo colocan sobre una mesa. Al lado, los cuidadores han colocado al otro ejemplar de bogavante que vive en Sea Life, uno de la especie mediterránea que apenas llega al kilo de peso. «Este ya es todo un ejemplar», advierte García Pelayo. No en vano, los que se compran en las pescaderías pesan entre 600 y 800 gramos. «Mira, ¿qué grande!», le dice Castán a su mujer. «Cuidado porque puede ponerse un poco nervioso», le advierte el cuidador. En efecto, 'Tijeritas' comienza a encoger su cola y dar golpes sobre la mesa. Optan por echarle una toalla por encima para calmarlo.

2.000 especies

Tras la sesión fotográfica, es devuelto a su pecera, donde continuará plácidamente. «Esperamos que supere los 15 kilos algún día», dicen sus cuidadores. «Pueden quedar unos cuatro o cinco años», vaticinan. Mientras, Tijeritas seguirá siendo uno de los grandes atractivos del acuario Sea Life, junto a más de 2.000 especies de peces, tiburones, moluscos y otros crustáceos, que conviven en el complejo situado junto al puerto deportivo.

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